domingo, 7 de junio de 2009

Señor Zorro

Parecía una tarde fría, la escarcha sobre el pasto la delataba, las ventanas de las casas empañadas por el amor familiar lo confirmaban, las parejas abrazadas, intentando destruir la barrera material lo gritaban. Pero ***, quien no parecía dar cuenta de semejante fenómeno climatológico, pronto llegó a la conclusión de que el mundo se rige por una fenomenología no dualista. Sin saber exactamente lo que ello significa, sonríe conforme. *** camina erguido con su sombrero de copa alta, guantes blancos de antigua burguesía y un traje azul impecablemente mal cuidado. La suela imaginaria de sus zapatos deja tras de si huellas impresas en la escarcha, cada surco desnudo por su ausencia. Con regularidad cautelosa extrae de un pliegue, creado por el tiempo andrajoso, un reloj, lo mira con curiosidad educada, como si el tiempo no significara nada para él. Luego lo guarda con audacia, se arregla su desastrado sombrero y prosigue su camino por la gran ciudad.

Se hace llamar Señor Zorro. No sabiendo si por iniciativa propia o porque el tiempo y sus caprichos así lo han establecido, bien sabe que la sucesión clara de aquel par de palabras adquieren ya un sentido semántico único: es él. Además, piensa, si con estilo llevo nombre y nombre es lo que el tiempo me ha dado, Señor Zorro y el mejor de ellos seré. Y con poética astucia mal formulada vuelve a sonreír.

Señor Zorro ama la gran ciudad. Dice sentirse cobijado, abrazado por su frialdad única, fraternal. Recorre las calles despreocupado, ensimismado en infinitas elucubraciones, a veces absurdas, a veces estúpidas, a veces… suyas. Las personas le intrigan, le intrigan tanto que a veces se siente tentado a entablar comunicación con ellas, pero nunca sabe bien que decirles. Se pregunta por sus preocupaciones “modernas” mientras sueña con la “antigua burguesía”, los tiempos de oro, cuando habían reales caballeros, gentleman, él era un real caballero, de aquellos que sólo existen en su memoria desdichada. Señor Zorro es incomprendido por sus semejantes. Señor Zorro siempre ha soñado ser persona. Señor Zorro agacha el moño ante la mirada de ojos inquisitivos y sonríe, siempre sonríe…

…quizás con malicia enfermiza.

5 comentarios:

J dijo...

Como os dije en su momento...
...simplemente notable...

Claudia dijo...

es como mi Copete Arias Guevara. Un ser al que uno le tiene nostalgia de no conocerlo.
Besos

Jan dijo...

Me da la sensación de un ser frágil, demasiado frágil en un mundo de cristal delgado y trizado desde siempre...
Además me lo imagino caminando por los adoquines de lentejuelas nocturnas, los recuerdas?
Por qué el traje es azul? no me gusta... no me gusta que sea de colores, ese azul no es de caballeros, por qué azul?

Te quiero!

Pedro González dijo...

Notable Sr Zorro.
Me pareció como ese viajar a lo Dante o a lo Hebdomero por esos paisajes oniricamnete familiares de la conciencia en constante metempsicosis.¿Es posible eso? A mi me parece que si.
Un saludo cordial!!!

estudianteterno dijo...

subgetivamente está genia
qué más puedo decir?