jueves, 18 de diciembre de 2008

Estocástica

Y quizás la vida no es más que la estocástica búsqueda por la eventual euforia en la eufonía, en la euritmia. La búsqueda estúpidamente gozosa del designio de dioses imaginarios en torno a su tablero de rol. Coincidencia es la jugada maestra de la suerte, es el sentido decisivo imperante del bienestar. Es la sumatoria máxima de toda eventualidad, es la armonía, la constancia, el optimismo. Es el sentido último de toda significación. La imposibilidad de uno contra un millón, pero que puede funcionar.

Y que de hecho funciona.